Sí amigas y amigos, el 28 de mayo es el Día Internacional del Juego. Bueno, es un poco trampa, pero no del tipo que se hace jugando, porque esas ya sabéis que no hay que hacerlas…
Es un poco trampa porque la ONU todavía no lo ha reconocido como tal, aún a pesar de que la iniciativa fue impulsada hace más de 20 años por la International Toy Library Association. Parece ser que en la ONU estas cuestiones llevan su tiempo de análisis, al fin y al cabo, jugar es algo serio. Tan serio es, que las propias Naciones Unidas reconocieron el derecho al juego para la infancia en la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 (principio 7), y 30 años más tarde lo ratificaron y ascendieron a derecho universal en la Convención de los Derechos del Niño de 1989 (artículo 31). Y es que como dijo G. Bernard Shaw “No dejamos de jugar porque envejecemos. Envejecemos porque dejamos de jugar”. Si Uwe Rosenberg le hubiera dedicado a este señor (ojo, Premio Nobel de Literatura en 1925) una carta en su juego Agrícola, seguro que te daría 1 acción extra para citar, y podríamos acordarnos de una de las mentes más brillantes que ha existido en nuestro mundo, Albert Einstein: “El juego es la forma más elevada de investigación”.
El juego nos ha acompañado siempre desde nuestros inicios. Cuando la Associació Impuls empezó a dar sus primeros pasitos allá por 2007, entre el conjunto de propuestas de ocio educativo (término poco usado en aquel entonces pero que tan bien lo define) que ofrecíamos, se encontraba el taller de juegos de mesa para infancia, adolescencia y juventud. Sabíamos que era un recurso lúdico cargado de potencial educativo, ideal para trabajar tanto desde el ámbito formal como informal, fomentando la socialización y adquisición de habilidades sociales. En seguida nos dimos cuenta que este potencial no estaba limitado únicamente a estas edades, sino que era igualmente válido para personas adultas y mayores, precisamente por su elemento motivador y estimulante, capaz de poner a ejercitar nuestro cerebro con alegría: pensando, calculando, negociando, inventando, creando, compartiendo, riendo y una larga lista de gerundios que seguro se os estarán ocurriendo.
Con el paso de los años fuimos creciendo y contagiando nuestra pasión por el juego, y siguiendo la idea un poco loca de un amigo a quien le gustaba mucho jugar nos lanzamos a un nuevo reto, y creamos con la ayuda de muchos amigos y amigas, un lugar muy especial donde todo el mundo pudiera disfrutar de los juegos de mesa, Homoludicus Valencia. Eso fue allá por el 2011, y desde ese templo del juego hemos podido realizar multitud de iniciativas que han posibilitado a miles de personas descubrir la importancia del juego. Desde las horas y horas de juego entre familiares y amigos gracias a la ludoteca y al préstamo de juegos, hasta acciones formativas para profesorado de todos los niveles, incluyendo algunas acciones en colaboración con el CEFIRE de Valencia. También hemos desarrollado talleres en educación infantil, primaria, secundaria, ciclos formativos, universidad e incluso escuelas de adultos.
Muchas de estas iniciativas han sido fruto de ideas y colaboraciones surgidas de las mentes creativas con las que nos hemos ido encontrando, personas con las que compartimos esa pasión por los juegos de mesa. Una de las últimas colaboraciones que hemos realizado ha sido con el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), en concreto con su proyecto Territori IVAJ. En esta iniciativa, hemos desarrollado vídeos explicativos de juegos como recurso educativo para profesionales del ámbito de la juventud y la educación, aquí tenéis el enlace. En estos tiempos difíciles de COVID que nos ha tocado vivir, los juegos de mesa han sido una ayuda para sobrellevar estos meses de confinamiento, al igual que todas las iniciativas artísticas y culturales que han florecido para hacernos más llevadero este trance.
Sabemos que internet permite abrirnos más al mundo, por eso hace unos años, y cogiendo el testigo nuevamente de otro amigo apasionado de los juegos, nos lanzamos al ciberespacio a través de Juegame Store (www.juegamestore.es), un portal pensado para facilitar que los juegos lleguen hasta el último rincón del universo (todavía no hacemos envíos interplanetarios, pero todo se andará). Y como una imagen vale más que mil palabras, y un vídeo ya ni te cuento, vamos a dedicar los próximos meses a preparar nuevos vídeos en los que seguir difundiendo el valor social y educativo del juego. Porque, citando en esta ocasión a otra ilustre psicóloga, Kay Redfield Jamison "jugar no es un lujo, es una necesidad".